KD comparte casa en el área de Seattle con su esposo David, sus dos hijos y su suegra Kathleen. Kathleen necesita cuidados a largo plazo debido a su esclerosis múltiple (EM), que ha estado tratando durante los últimos 30 años. En los últimos años, KD y David comenzaron a notar una disminución en la capacidad de Kathleen para realizar las tareas cotidianas sin apoyo e intervinieron para ayudarla a obtener la atención que necesita.

 

Kathleen trabajó como consejera escolar y maestra en el sistema de escuelas públicas de Detroit durante más de 40 años y continuó viviendo en la ciudad después de jubilarse, mientras KD y David se mudaban a Washington. Finalmente, la familia tomó la decisión de vender la casa de Kathleen en Detroit para que ella pudiera mudarse y estar cerca de ellos.

 

Durante siete meses, Kathleen vivió en una comunidad de vida asistida. Si bien la comunidad tenía muchos beneficios (Kathleen podía estar con sus compañeros, moverse más fácilmente y tenía recordatorios de medicamentos de rutina), KD sintió que la familia todavía no podía pasar tanto tiempo junta como les hubiera gustado.

 

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older woman seated next to younger man holding a photo frame

 

 

En 2022, KD y David se mudaron a una casa en la que fácilmente podía alojarse toda la familia, incluida Kathleen. Ahora, Kathleen puede pasar tiempo todos los días con sus nietos y KD y David pueden desempeñar un papel más activo en el cuidado de Kathleen. KD dice: “Pensamos que sería fantástico para la familia en general: fantástico para ella y fantástico para nuestras hijas. Tienen la oportunidad de tener a la abuela en la casa. ¿Cuan genial es eso?"

 

 

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Woman and man sitting next to each other on a couch

 

 

Kathleen ahora tiene dos cuidadores que vienen a la casa para ayudarla con las tareas cotidianas como bañarse, vestirse, hacer ejercicio y comer. También la ayudan a desplazarse por la casa utilizando su silla de ruedas o su andador.

 

Aunque KD está agradecida de que Kathleen viva y reciba atención en el hogar, reconoce que los gastos asociados y las exigencias de gestionar la atención pueden pasar factura. Ella dice que un programa como WA Cares habría marcado una diferencia para ellos, y sabe que marcará una diferencia para otras familias como la suya: “Lo último en lo que quieres que piense la gente en sus años dorados es en el dinero. WA Cares es un programa realmente único: saber que a medida que envejece, todavía lo cuidan y sigue siendo valioso”.

 

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Older woman sitting in a wheelchair smiling

 

 

KD dice que Washington es un gran lugar para envejecer gracias a programas como WA Cares. “WA Cares estará ahí para nuestros ancianos, una población de personas que han hecho mucho en nuestro estado y por nuestro estado. También veo que WA Cares es muy importante para nuestros jóvenes a medida que continúan creciendo y continúan invirtiendo en nuestra región. Es fantástico saber que, si es necesario, WA Cares estará ahí para ayudarlos”.

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