Envejecimiento y nutrición

Una nutrición adecuada desempeña un papel fundamental para mantener la salud y la independencia a medida que envejecemos. Nuestros cuerpos experimentan cambios significativos que afectan la forma en que procesamos los nutrientes, por lo que es esencial adaptar nuestros hábitos alimenticios para satisfacer nuestras necesidades cambiantes.
Cambios en la dieta a medida que envejecemos
A medida que envejecemos, se producen varios cambios fisiológicos que afectan nuestras necesidades nutricionales. Nuestro metabolismo se ralentiza, la masa muscular disminuye, la densidad ósea disminuye y nuestra capacidad para sentir sed suele disminuir. Nuestros cuerpos se vuelven menos eficientes al digerir los alimentos, lo que afecta su capacidad para absorber los nutrientes adecuadamente.
"Estos cambios hacen que sea esencial priorizar una dieta equilibrada y saludable. No solo como una opción, sino como una necesidad para mantener la vitalidad y la independencia, así como el bienestar general", señaló el Dr. Andre Blanks, DCN, Director del Departamento de Servicios de Nutrición del Western State Hospital, durante un reciente seminario web de WA Cares.
Ciertos nutrientes se vuelven especialmente importantes con la edad. La proteína es esencial para la reparación muscular y la función inmunitaria. Las grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3, favorecen la salud cerebral y cardíaca. Las vitaminas y minerales como la vitamina D, la vitamina B12, el calcio y la vitamina C son vitales para el funcionamiento del sistema inmunitario y la salud ósea.
Para una nutrición óptima, los expertos recomiendan centrarse en alimentos ricos en nutrientes. "Debes centrarte en alimentos cuyas calorías provengan de proteínas y grasas saludables", explicó la gerente de nutrición clínica, Emily Carlson, durante el seminario web. Algunas buenas opciones incluyen frutos secos, semillas, mantequillas de frutos secos, huevos, yogur griego, legumbres y carnes magras.
Comer el arcoíris es otra estrategia importante: consumir frutas y verduras de todo el espectro de colores para garantizar una variedad de antioxidantes, vitaminas y minerales. Los cereales integrales aportan fibra y nutrientes esenciales, mientras que mantenerse hidratado (beber un mínimo de seis vasos de agua al día) es crucial para la salud general y la absorción de nutrientes.
Inseguridad alimentaria entre los adultos mayores
Lamentablemente, muchas personas mayores enfrentan dificultades para acceder a una nutrición adecuada. Según datos compartidos por Aja Bridge, directora de la División de Servicios de Nutrición de Rural Resources Community Action, las personas mayores con inseguridad alimentaria tienen un 50 % más de probabilidades de padecer diabetes, tres veces más probabilidades de sufrir depresión, un 60 % más de probabilidades de sufrir insuficiencia cardíaca congestiva o infarto de miocardio y un 30 % más de probabilidades de tener al menos una discapacidad que afecte sus actividades cotidianas.
Varios factores contribuyen a este problema, como las enfermedades crónicas que dificultan la compra o la preparación de alimentos, el transporte limitado, los ingresos fijos y el aislamiento social. La Encuesta de Inseguridad Alimentaria del Estado de Washington reveló que muchos encuestados estaban preocupados por futuros aumentos de precios y consideraban que los productos frescos y las proteínas animales eran especialmente difíciles de adquirir.
Recursos disponibles:
Algunos de los numerosos programas que existen para apoyar la nutrición de los adultos mayores:
- Programa de Asistencia Nutricional para Personas Mayores (SNAP)
- bancos de alimentos locales
- Programa de vales para el mercado de agricultores para personas mayores
- Sitios de comidas comunitarias, incluidas opciones culturalmente específicas
- Servicios de comida a domicilio
Estos programas hacen mucho más que proporcionar alimentos. Como explicó Matt Santelli: «Estos programas de comidas promueven la salud de las personas mayores y con discapacidad, ayudan a prevenir hospitalizaciones, retrasan la atención residencial y protegen contra la fragilidad y las caídas perjudiciales». También combaten la soledad y el aislamiento, que tienen importantes consecuencias para la salud.
WA Cares: apoyo para cuidados a largo plazo
El Fondo WA Cares ofrece un nivel adicional de apoyo a los residentes de Washington. Todos los residentes que trabajan aportan un pequeño porcentaje de sus ingresos al fondo. Luego, cuando necesite atención, puede acceder a su beneficio de $36,500 (que aumenta con la inflación) para pagar diversos servicios y apoyos, como comidas a domicilio y el pago a familiares para que proporcionen cuidados relacionados, como la preparación de comidas.
WA Cares está diseñado para ayudar a las personas a envejecer en casa el mayor tiempo posible. El programa también permite que quienes se mudan fuera del estado sigan participando en el programa y, en última instancia, reciban beneficios, siempre que hayan cotizado durante al menos tres años antes de mudarse.
Centrarse en una nutrición adecuada, mantenerse físicamente activo y aprovechar los recursos disponibles puede mejorar significativamente la calidad de vida a medida que envejecemos. Al comprender nuestras cambiantes necesidades nutricionales y tomar decisiones informadas, podemos mantener la independencia y el bienestar durante años.
Para obtener más información, mire la repetición de nuestro seminario web de marzo, WA Cares Conversations: Aging and Nutrition.